Estás en una situación límite, al borde de un abismo sea el que sea. Sugiero algunas situaciones, pero puedes inventarte la que quieras:
- Caminas por el borde de la azotea de un rascacielos y debes resolver un conflicto antes de poder bajar de allí
- Rodeado/a de llamas, en medio de un bosque que se quema o de un recinto envuelto por el fuego
- Desempeñas la labor de infiltrado/a de la Policía en un grupo de matones justo cuando acaban de descubrirte
- Eres un/una paciente que despierta mientras te están operando quirúrgicamente
- Eres un combatiente aliado en el desembarco de Normandía el mismo día en que llegas junto a tus compañeros a una de las playas
- En medio de una reunión de empresa con el director general y los grandes jefes, descubres que te has quedado en blanco
- Te ves sorprendido/a por un atraco dentro de un banco, en una abducción por unos extraterrestres… la imaginación es libre.
Las historias deben poder ser leídas por personas de todas las edades.
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Chillidos y sangre
Necesito salir a tomar un cigarro. Me es imposible abstraerme de esos chillidos.
Una especie de niebla mental me amodorra y actúo de manera mecánica. ¿Soy yo quien empuña el cuchillo? Esos malditos chillidos pueden con mis nervios, pero por otro lado no puedo dejar esto a medias, tengo que rematar lo que he empezado...
¡Por favor, solo quiero que calle!
* * * * *
INFORME POLICIAL
Hoy, día 12 de noviembre de 2025, durante una ronda rutinaria, los agentes Llorente y Segovia han encontrado apostado contra la pared de una finca, en la esquina del cruce entre la Calle Mayor y la Calle La posada, a un varón de unos cuarenta años. Este se encontraba muy alterado y empuñaba un arma blanca de gran tamaño, manchada de sangre, en su mano derecha. Sus ropas también presentaban manchas del mismo líquido viscoso.
A primera vista no han percibido en él ningún tipo de lesión, con lo cual han inferido que la sangre no era suya.
En cuanto los agentes se han dirigido hacia el individuo, con las debidas precauciones de seguridad, a fin de interrogarlo, reducirlo o evitar su huída, este ha empezado a temblar y a tartamudear. Los efectivos han activado el protocolo pertinente en estos casos y han llamado a ambulancia y bomberos por si la o las víctimas aún estaban en el interior del edificio colindante hacia el que el detenido miraba nervioso. También han solicitado refuerzos para peinar la vivienda (...)
* * * * *
—¡Estoy hasta los cojones de su ineptitud! En toda la provincia no se habla de otra cosa. No merecen lucir el tricornio ni el uniforme.
—Señor, seguimos el protocolo al pie…
—¡No me replique, Segovia. Y mucho menos me tome por tonto! El protocolo no vale de mucho con una cagada de esta envergadura. ¿Es que nunca se les pasó por la cabeza que estamos en época de la picatuesta y que los chillidos que se escuchaban desde el exterior eran los del gocho?


Muito bem inspirado e cheio de mistério até o final. Ao final, os gritos e sangue eram dois pobres porcos.... Ficou ótima a participação! beijos, chica
ResponderEliminarMuy bueno, hasta el final nos has tenido en vilo.
ResponderEliminarY por cierto me has hecho recordar las matanzas , alguna creo recordar de cuando era pequeña, los chillidos eran horribles y no es un buen espectáculo ...
Pero como se dice hasta los andares son buenos.
Te felicito y tranquila y que todo te vaya bien en tu máster.😘😘😘
Ja, ja, picoletos tenían que ser.
ResponderEliminarBom dia de Paz, querida amiga Rebeca!
ResponderEliminarUm relato diferente, criativo que culminou num humor leve onde se pode perceber que muito espanto se faz por um simples ronco de porco...
Foi bem inspirada.
Tenha dias abençoados!
Beijinhos fraternos
Jajaja me encantó la sorpresa final.
ResponderEliminarBesos desde Fuenla.
He tenido que buscar picatuesta y gocho. Pero si. Lo comprendí al final jeje un abrazo
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, he estado en tensión hasta el final y me he llevado una sorpresa.Parece que también ha fallado mi propio protocolo de lector ya que entre todos los finales posibles este era el que menos me esperaba. ¡Genial!
ResponderEliminarUn saludo
¡Genial!
ResponderEliminarRelájate un poco, Rebeca.
Espero que pases un buen día.
Hay una nueva entrada en mi blog sobre "tu tiempo"
Un abrazo.
Una historia policial atrapante desde el comienzo. Un relato bien armado que te sorprende el final. Has empleados varios términos que no conozco que tuve que buscar como picatuesta y gocho. Por lo que entendí el sospechoso estaba matando cerdos?
ResponderEliminarTuve que buscar tu entrada de los jueves por tu buscador porque por lo que leí tienes problemas con la pagina.
Que tengas un buen día
Abrazo
Jajaja, qué bueno Rebeca!! Buenos chorizos, en esta
ResponderEliminarépoca es cuando se hacen!!
Suerte con ese Máster y a hincar los codos toca!!
Besicos muchos.
Buscando en google esas dos palabras, el final tiene mucho sentido.
ResponderEliminarEstaban desconectados de lo real los policias.
Un abrazo.